A las personas les encanta decir que está loca. Emborracharse y meterse sin ropa a una piscina. Aburridos es lo que son. Idiotas, en realidad.
La gente es insoportable. Suele hablar de lo que le gusta y de lo que no. “Amo los atardeceres, odio la gaseosa al clima”, como si nos importara. Sea lo que sea que uno le esté contando, suele traer a colación una historia personal que está relacionada con el tema. Entre más en primera persona habla la gente, más aburrida es. Que sepa de una vez que nos tiene sin cuidado lo que piensa y lo que siente, sus problemas y sus hijos, sus viajes y sus mascotas. La verdad es que casi todas las personas nos volvemos aburridas después de 15 minutos de charla.
La gente aburrida cuelga en Instagram fotos de lo que se come, fuma desde adolescente porque cree que eso es ser grande y suele decir que empieza dieta el lunes. La gente jarta dice estar aburrida y no se da cuenta de que la aburrida es ella. Los más aburridos son los que creen que alguien, o todos, los odian. ¿Qué se han creído para merecer desprecio, si ganarse el odio de las personas es más difícil que ganarse su amor?
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