jueves, 19 de junio de 2014

Tu arquero es malo

A Gustavo Poyet me lo crucé el otro día en la sala de prensa. No lo abordé de inmediato porque estaba hablando por celular, así que esperé 15 minutos a que colgara, como quien no quiere la cosa, para que no se me fuera a ir.

Pasado el tiempo me le acerqué y le dije “Gustavo”, como si lo conociera. Él volteó, me presenté, y empezamos a hablar. Por si no sabe, Poyet es el actual entrenador del Sunderland de Inglaterra. Yo lo admiro por el jugador que fue, pero también porque en esta temporada que acaba de terminar evitó el descenso cuando tenía todo para irse a la B. Llevaba las de perder porque su equipo acumulaba cinco derrotas consecutivas y en las últimas fechas tenía que enfrentarse a Manchester United, Manchester City y Chelsea, todos como visitante. Y pasó lo increíble: no perdió. Le ganó al United y el Chelsea y empató contra el City. Al final, su hazaña mandó a segunda división al Norwich.

En Europa, Poyet jugó en el Real Zaragoza, Chelsea y Tottenham Hotspur, y con los dos primeros ganó la Recopa de Europa. Poyet estaba emocionado, tanto como yo, porque era su primer mundial. Increíble que un jugador como él nunca hubiera disputado uno, pero así son las cosas. Cuando estaba activo, su país, Uruguay, tuvo un bache de 12 años sin mundiales. En 1990 aún no alcanzaba su pico máximo de rendimiento, y para 2002 ya contaba con 35 años.